En la pesca al igual que en cualquier otro deporte que presenten ciertos riesgos debemos tener siempre presente a lo que estamos expuestos y ciertas normas de seguridad básicas para evitar posibles incidentes.
Los destinos que solemos escoger para nuestras jornadas no suelen ser zonas cómodas ni de fácil acceso, todo lo contrario, presentándose zonas rocosas y resbaladizas, es muy importante el tener al menos una de las dos manos libres ya que en el caso de sufrir un resbalón tendremos más posibilidades de realizar un mejor aterrizaje, debido a la carga de material con la que solemos presentarnos en nuestros pesqueros es importante el uso de mochilas, cinturones, bandoleras porta-objetos para dar libertad a una de nuestras manos. El calzado en este terreno también juega un papel muy importante siendo lo ideal aquellos que te ofrezcan una buena sujeción del tobillo y que agarren muy bien cómo es el uso de botas con fieltro y clavos.
Cuando estemos decidiendo sobre la roca o grupo de piedras en la que queremos probar suerte es de vital importancia observar durante un buen rato el comportamiento del mar, la dirección que trae, el período de la serie y tener en cuenta siempre las mareas. Lo siguiente, una vez decido el punto del cual vamos a realizar unos lances es observar por donde podemos varar un pez en el caso de que lo demos engañado, este quizás es el punto más crítico ya que es cuando podemos dejar de observar el comportamiento del mar y cuando más accidentes suelen ocurrir. Las zonas elegidas tienen que tener una fácil vía de escape en caso de que nos llegue un golpe de mar imprevisto, no siempre las piedras más altas son las más seguras, y nunca, nunca, le deis la espalda al mar.

Mucha precaución amigo pescador!!!
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