miércoles, 14 de diciembre de 2016

LA ISLA DEL VIENTO

Visitar, una vez más, la maravillosa  Isla de los vientos, que tantos y buenos sentimientos despierta es un verdadero placer para todos los sentidos.
Este año, previo contacto con la empresa Iberia acerca de cuantos bultos podía facturar como equipaje especial de pesca, decidí armarme bien y no dejar nada al azar, la sorpresa no fue otra que una vez que aterrizamos y tras una espera demasiada larga por el equipaje, este no aparece. Allí nos notifican que se había extraviado, la solución que nos plantea la compañía es la de comprar lo indispensable mientras nuestras pertenencias no apareciesen y que después presentemos una reclamación, Vale, un bañador y un par de camisetas se pueden comprar, pero que pasa con la Dragon Express, los carretes, hilos, una lista de más de 50 señuelos y lo más importante como me pueden compensar lo más valioso "el tiempo".
Tras dos días aparece nuestro equipaje y la espera no podía demorarse más, había que intentar dar caza a algún depredador marino de tierras majoreras, la pesca se dio bastante bien, engañando a abades que pese a su pequeño porte dieron una buena guerra, barracudas, un gran bocinegro que brindó una preciosa batalla  y algún otro pez que no llegué a ver sus escamas. 
Durante estos días pude visitar al gran pescador y capitán Agoney, que ayudado por su pericia y buen hacer pudimos dar con  varios peces de buen tamaño.
La parte negativa vino tras una mala caída que dio por finiquitada mi aventura de pesca por este año en la Isla. 
De nuevo Fuerteventura me vuelvo a despedir de ti hasta el próximo año, de su buena gente, de su preciosa fotografía, de su clima espectacular y como no, sus fabulosos peces.