sábado, 21 de mayo de 2016

EL QUE ESPERA NO SIEMPRE DESESPERA

Una primera quincena del mes en curso en busca de sensaciones que sólo el róbalo te puede regalar con pobres resultados. Parece que no arrimaban por nuestros pesqueros y las que daban la cara, tras mucho rascar, de escueto tamaño. Por momentos la frustración hacía mella y las numerosas hipótesis que uno se crea quedan en eso, hipótesis.

Cambios constantes, intentar adaptarse con la misma consecuencia, no aparecen los róbalos...








En las incursiones que hicimos dentro de la ría las variantes fueron pocas, el tamaño importa ;-).

Ante la ausencia de grandes peces cerca de nuestras costas, el pensamiento tras jornadas de desgaste de material y moral no era otro que "falta menos para que arrimen y ya las pagarán"















Un saludo amig@s y que un buen róbalo os de felicidad.


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